En el momento de plantearnos llevar a cabo cualquier tipo de proyecto o experiencia formativa en capacitación digital, es capital proyectarlo primero con un diseño previo, que nos permita analizar en profundidad el contexto y los destinatarios a los que queremos dirigir la acción, para desplegar una propuesta coherente y realista, tanto respecto a las competencias que se trabajarán como en cuanto a la metodología que desplegaremos durante la formación. En este sentido, se han aportado ejemplos diferentes para poder orientar posibles propuestas, rechazando fórmulas cerradas, con la idea de estimular vuestra reflexión y creatividad en el diseño de estas acciones formativas, con diferentes orientaciones docentes y estrategias para afrontar este tipo de formaciones sobre el terreno, atendiendo a las principales especificidades con las que nos podemos encontrar.
También se ha puesto énfasis en el DigComp 2.1 como marco de referencia en Europa en materia de competencias digitales para la ciudadanía, y que nos puede servir de guía a la hora de definir los objetivos y las competencias que queremos trabajar, en función del contexto de aplicación de la experiencia y de los posibles participantes, sea cual sea el ámbito en el que nos movemos, para poder facilitar la inclusión digital de toda la ciudadanía. En este sentido, es importante no perder de vista que las competencias digitales van más allá de la herramienta, y que implican un conjunto de conocimientos, procedimientos y actitudes hacia el uso de la tecnología, y prestar especial atención a su carácter transversal para ofrecer propuestas ricas en contexto y que permitan trabajarlas de manera integrada y gradual, teniendo siempre en cuenta las características, niveles y necesidades de los participantes, para hacerlos protagonistas de su proceso con propuestas útiles y significativas.