3.4. La figura del dinamizador social digital (DSD)
3.4.2. Sobre la denominación
Hay que decir que la denominación de profesional de la dinamización social digital se encuentra en continua revisión. Como pasa en cualquier campo nuevo, se tienen que poner palabras a los conceptos. Ya había palabras para denominar a las personas profesionales de la tecnología (informáticos, ingenieros, etc.). También para las personas profesionales sociales (profesionales de la educación social, trabajadores sociales, etc.). Sin embargo, ¿cómo llamar a este perfil híbrido?
Personas tecnólogas, personas facilitadoras tecnológicas, personas innovadoras sociales tecnológicas, personas dedicadas al trabajo social digital, o lo que nos ocupa, etc. quieren denominar, con matices, perfiles muy similares. Los motivos de esta dispersión son varios:
- La necesidad de este perfil profesional surgió más o menos a la vez en distintos lugares. Los proyectos crecieron sin mucha relación hasta pasado un tiempo, de tal manera que cada zona consideró palabras diferentes. La estandarización (también de las palabras) no se produce hasta pasado un tiempo. En los últimos años, ha habido intentos al respecto en un ámbito europeo, como por ejemplo el Trans-efacilitator.
- La propia falta de conciencia de los mismos profesionales sobre la pertenencia a un perfil profesional diferenciado ha hecho que no haya un impulso «desde abajo» que afecte a su propia denominación. Tampoco ha habido mucho impulso desde las administraciones para regular y visibilizar el perfil hacia la sociedad. Resultado: nadie se ha preocupado de la palabra.
- Como concepto asociado a las nuevas tecnologías, una disciplina que se reinventa día a día, parece como si cualquier nombramiento quedara desfasado o demodé en poco tiempo. En algunos sectores, ya se considera «envejecida» la denominación dinamización social digital (podéis ver el apartado «Factores educativos»).
- La dispersión de palabras también tiene que ver con perfiles similares con matices diferenciados en cuanto a su misión. Una persona tecnóloga no tiene necesariamente un compromiso con lo social (quizá solo enseña la tecnología para vender más), mientras que una persona dedicada al trabajo social digital seguro que usará las TIC como herramienta para la mejora comunitaria. De todas formas, es muy habitual que los objetivos se mezclen incluso involuntariamente.
En definitiva, y a pesar de no haber llegado a la fase de estandarización, usaremos la expresión profesional de la dinamización social digital (en adelante PDSD) como más aceptada entre los propios afectados, para referirnos a lo que nos ocupa.