2.2. Usos habituales
2.2.5. Participación
La participación en la Red es otro ámbito importante que hay que tener en cuenta en relación con la inclusión electrónica. El poder transformador de las TIC se explica a partir de la capacidad de difusión combinada con la democratización de este uso: cualquier persona con pocos medios puede hacer llegar pensamientos, sugerencias, quejas, conocimientos, ideas, ideologías, etc. a la otra punta del mundo. Y generar cambios, lo más importante, pequeños (por ejemplo, en la mejora del hotel donde nos hemos alojado) o grandes (creando una corriente de presión para cambiar alguna situación de injusticia). Estar capacitado digitalmente es también conocer estas posibilidades de empoderamiento a través de la Red.
Una las virtudes de la Red es que la podemos construir entre todos, ya sea creando contenidos multimedia y subiéndolos a las plataformas de vídeo o de fotos, o bien haciendo un blog sobre temas de los que somos expertos, aportando contenidos a la Wikipedia, participando en foros, etc. También nos permita hacer una queja o una sugerencia a través de un formulario en línea, firmar un libro de visitas virtuales felicitando a aquel pequeño comercio, dar nuestro parecer en unos presupuestos participativos, etc. Hay muchas maneras de poder participar en la red.
En relación con esto, hay que mencionar especialmente la participación democrática a través de la Red, que permite a la ciudadanía participar en diferentes procesos e influir en la política del territorio. El voto electrónico supone una reducción de costes en comparación con las consultas tradicionales (sin urnas, sin papel, sin tanta gente implicada en la organización, sin paralizar la economía para ir a votar), así como la facilidad de uso. Estos serían motivos suficientes por impulsarlo, pero este sistema «idílico» tiene inconvenientes técnicos, como el posible hackeado del sistema, la suplantación de la identidad digital, etc. Y, sobre todo, también necesita la capacitación tecnológica de la ciudadanía.