2. Contextos de exclusión digital

2.3. Los intentos de certificación básica

¿Cuáles son estos usos habituales? ¿Cuáles son los «necesarios» en nuestra sociedad? ¿Cuáles son aquellos sin los cuales el riesgo de exclusión social se acentúa? Es difícil concretarlo exactamente. Obviamente, no saber entrar en portales de trabajo de internet empeora la ocupabilidad de las personas en el desempleo. O no tener una herramienta de mensajería instantánea (como por ejemplo, Whatsapp) hace más difícil estar comunicado con otros.

Varias administraciones, entidades y empresas se han planteado esta pregunta y han intentado establecer las competencias básicas que deberían tener sus ciudadanos. Una de las dificultades para calibrar las competencias básicas reside en las grandes diferencias de necesidades según los grupos sociales (¿saber de hojas de cálculo es igual de necesario para una persona jubilada que para un trabajador de oficina?).

Otra es que una vez fijada aquella necesidad, posiblemente quede desfasada por la aparición de otra de orden superior. Las TIC evolucionan a una velocidad de vértigo, y lo que hoy es una competencia básica, mañana quizá ya no lo sea. O que aparezcan otras.

Analizamos algunos ejemplos de certificaciones:

  1. ACTIC. Actualmente vigente e impulsada por la Generalitat de Cataluña. En su nivel básico, concluye que la persona tiene que «conocer y aplicar» y tener un dominio elemental en el uso de las TIC para convertirse en usuario básico incluido en la sociedad digital. Esta persona se evaluará de:
    • Cultura, participación y civismo digital.
    • Tecnología digital, uso del ordenador y del sistema operativo.
    • Navegación y comunicación en el mundo digital.
    • Tratamiento de la información escrita.
    • Tratamiento de la información numérica.
    • Tratamiento de la información gráfica, sonora e imagen en movimiento.

Podéis ver con detalle qué es lo que se evalúa exactamente dentro de cada capítulo, en el enlace http://actic.gencat.cat/web/.contento/01_informacio/documentos/archivos/Contenidos-ACTIC-orden-2016.pdf.

  1. IT Txartela. Es un sistema de certificación de competencias básicas en tecnologías de la información del Gobierno vasco, que acredita los conocimientos que una persona tiene en el uso de herramientas informáticas e internet. A pesar de que tiene un objetivo más pensado para el mundo laboral, la empresa y la Administración, no deja de ser un punto de partida del que estamos hablando. Como veis en el enlace http://www.it-txartela.net/kz/usuario/estaticos.do?req=estadisticas, sobre todo se evalúan herramientas de productividad ofimática.
  2. MOS (Microsoft Office Specialist). Incluimos aquí esta certificación privada porque ha sido adoptada en alguna red de telecentros regional (Guadalinfo) como referencia de certificación.
  3. ICDL (International Computer Driving Licence). Una iniciativa de la ECDL Foundation que pretende una certificación en un ámbito mundial. En este caso, se incluyen en el nivel básico conocimientos sobre los dispositivos (computer essentials), internet (on line essentials), procesador de textos y presentaciones digitales. El alto coste del examen ha frenado su desarrollo. De irregular distribución en el planeta y poco conocida en nuestro país.

En Europa se han hecho varios intentos sobre las competencias básicas, que pueden ayudarnos a definir qué impartimos en capacitación digital.

Por último, hay que mencionar el sistema de Badges o insignias que, pese a su no oficialidad, permite obtener microacreditaciones a los usuarios, que después pueden incorporar a sus currículos.

Es interesante este estudio del ONTSI (Observatorio Nacional de Telecomunicaciones y Sociedad de la Información), que usó no con el objetivo de certificación, sino en un ámbito estadístico, pero que define de alguna manera lo que se esperaba de la inclusión electrónica en el 2016 (recordad que son conceptos en permanente redefinición).

Se establecen 4 «capacidades» básicas y unas acciones en cada una:

  1. Información. Investigación, recopilación y uso de la información, juzgando su relevancia y propósito.
    • Copiar o mover archivos o carpetas.
    • Guardar archivos en el espacio de internet.
    • Obtener información desde las web de las administraciones públicas.
    • Encontrar información sobre bienes o servicios.
    • Buscar información relacionada con la salud.
  2. Resolución de problemas. Identificación de la necesidad y resolución de la misma con las herramientas digitales apropiadas.
    • Transferir archivos entre PC y dispositivos.
    • Instalar software y aplicaciones (apps).
    • Cambiar ajustes de algún software.
    • Hacer compras en línea.
    • Hacer ventas en línea.Usar recursos educativos en línea.
    • Utilizar banca en línea.
  3. Comunicación. En entornos digitales, compartiendo recursos y participando en redes sociales, y colaborando a través de herramientas digitales.
    • Enviar/recibir correos electrónicos.
    • Participar en redes sociales.
    • Hacer llamadas o videollamadas a través de internet.Subir contenido creado personalmente en una web.
  4. Software para la manipulación de contenido. Creación y edición de nuevos contenidos a partir de herramientas digitales.
    • Usar procesador de texto (Word).
    • Usar hojas de cálculo.
    • Usar editor de fotos, vídeo o archivos de audio.
    • Crear presentaciones o documento con texto, imágenes, tablas o gráficos.
    • Usar funciones avanzadas de hojas de cálculo.
    • Escribir código en lenguaje de programación.

Actualmente, hay en fase de estudio una interesante posible certificación europea futura, basada en el proyecto DIGCOM. Esta iniciativa se ha establecido como el marco de referencia europeo en competencias digitales, y define cinco áreas competenciales que cualquier ciudadano europeo debería dominar para ser competente digital, proponiendo diferentes niveles de logro.

  1. Información y capacitación digital para el uso de datos: articular las necesidades de información, localizar y recuperar datos digitales, información y contenido. Juzgar la relevancia de la fuente y su contenido. Para almacenar, gestionar y organizar datos digitales, información y contenido.
  2. Comunicación y colaboración: interactuar, comunicarse y colaborar a través de las tecnologías digitales, teniendo en cuenta la diversidad cultural y generacional. Participar en la sociedad a través de servicios digitales públicos y privados y ciudadanía participativa. Gestionar la propia identidad e identidad digital.
  3. Creación de contenidos digitales: crear y editar contenidos digitales Para mejorar e integrar la información y el contenido en un cuerpo de conocimientos existente, y entender cómo se aplican los derechos de autor y las licencias. Saber dar instrucciones comprensibles para un sistema informático.
  4. Seguridad: para proteger los dispositivos, el contenido, los datos personales y la privacidad en entornos digitales. Para proteger la salud física y psicológica, y tener conciencia de las tecnologías digitales para el bienestar social y la inclusión social. Conocer el impacto ambiental de las tecnologías digitales y su uso.
  5. Resolución de problemas: identificar necesidades y problemas, y resolver problemas conceptuales y situaciones problemáticas en entornos digitales. Utilizar herramientas digitales para innovar procesos y productos y para mantenerse al día con la evolución digital.

No obstante, falta mucho camino sobre cómo articularlo hasta llegar a esta certificación futura.