2.4. Colectivos en riesgo de exclusión digital
2.4.3. Personas mayores
Según el DIEC, vejez es un «estado del ser humano de deterioro progresivo de los órganos y de sus funciones, debido al paso de los años».
Vista la definición, hay que tener presente que la esperanza de vida de las personas ha aumentado y, además, este aumento va acompañado muchas veces de una calidad de vida bastante buena en cuanto a salud y capacidad adquisitiva, y cada vez mejor nivel de instrucción. Esto se traduce en un interés creciente por las actividades educativas y de ocio, como por ejemplo aprender a usar internet. Hay que rechazar algunos estereotipos sobre las personas mayores.

En cualquier caso, se trata de un colectivo bastante heterogéneo, con motivaciones, necesidades, niveles y experiencias distintas, y una franja de edad amplia. Incluso se habla de una tercera y de una cuarta edad para distinguir a los mayores a partir de los 80 años.
Sin embargo es cierto que, según los estudios del Observatorio Nacional de Telecomunicaciones y Sociedad de la Información, todavía son el grupo con menos porcentaje de uso de las TIC. En todas las competencias estudiadas (información, comunicación, resolución de problemas y uso de software creativo), los mayores de 65 años están a la cola de capacitación. Por lo tanto, suponen la franja-diana más habitual de las acciones formativas de capacitación digital. También hay que decir que son las que tienen un aumento de capacitación más pronunciado en los últimos años (posiblemente, porque partían de porcentajes muy bajos y tenían más margen de mejora). En este sentido, la aparición de los teléfonos inteligentes y la percepción de que es importante aprender a usarlos, está teniendo gran influencia. De hecho, muchas personas mayores se acercan al uso de la tecnología directamente a través de su móvil, sin experiencia previa en el uso del ordenador personal.
Aun así, hay que tener en cuenta algunas especificidades de este colectivo en relación con el contexto, que pueden favorecer el riesgo de quedar excluidas digitalmente. Algunas de estas son:
- Motivos físicos (especialmente en la cuarta edad): deterioro cognitivo, visual, auditivo, motor, etc.
- Motivos psicológicos: resistencias por miedo, vergüenza, etc., desinterés, percepción de falta de utilidad, saturación, desconfianza. A algunas personas mayores les cuesta interesarse, pero cuando lo hacen, tienen una alta motivación.
- Motivos educativos: falta de costumbre de estudiar, nivel de instrucción previo muy bajo (incluso analfabetismo), desconocimiento de las herramientas, contenidos formativos demasiado nuevos, etc.
- Motivos tecnológicos: aparatos no familiares (ratón, teclado, módem, etc.). Pantallas agresivas (ondas), teclados pequeños, etc.
- Motivos de contenidos: gran parte de los contenidos de la Red están orientados a la juventud y a los consumidores productivos, y tienen formatos agresivos (letras pequeñas, banners, colores fuertes, manuales ininteligibles, etc.), o incluso el hecho de que muchos contenidos y terminología estén en inglés.
Como hemos ido comentando anteriormente, las TIC pueden aportar bastantes beneficios a las personas mayores: información abundante (especialmente en temas de interés como la salud), hacer trámites o gestiones sin desplazamientos innecesarios, mantenimiento activo de las capacidades cognitivas, nuevas relaciones (también intergeneracionales), ocupación del tiempo e, incluso, oportunidad de poner sus conocimientos en la Red y que no se pierdan.
Reflexión
Después de visitar el enlace http://observatorio.fundacioupc.com/files/talleres_web_lacaixa/preinternet.lacaixa.es/particulars/clubestrella/talleres/contenidos_es.html, reflexionad sobre si los contenidos que se usan en los bancos electrónicos son adecuados.
Una posible acción formativa para inclusión electrónica de este colectivo tendría que valorar, entre otras cuestiones:
- Si hay que hacer grupos de gente mayor específicos. Puede ser especialmente interesante para personas con vergüenza, niveles muy bajos o con alguna diversidad funcional. Para el resto, quizá sea mejor hacer grupos por niveles de instrucciones o intereses, sin valorar la edad.
- Si se detectan personas con dificultades de orden físico (movilidad, visión, sordera) o psicológico, adecuar el contenido, lenguaje y trabajos para que sea una experiencia agradable y no perder al usuario.
- Los talleres de teléfonos inteligentes suelen ser un buen punto de partida para iniciar a las personas mayores más noveles. A partir de aquí, se pueden hacer cursos con capacitaciones más elevadas.
Los proyectos intergeneracionales de inclusión electrónica tienen un valor añadido relacional y de transmisión de conocimientos entre los propios usuarios.
En este caso, la acción tendrá una supervisión adicional. Este tipo de proyectos se enmarcan dentro de lo que se denomina aprendizaje y servicio (APS), una tipología de acciones que combinan procesos de aprendizaje y de servicio a la comunidad en un solo proyecto muy articulado, en el que los participantes se forman trabajando sobre necesidades reales del entorno, con el objetivo de mejorarlo.