2. Contextos de exclusión digital

2.2. Usos habituales

2.2.1. Comunicación

Es obvia la importancia de internet en el actual sistema de relaciones humanas, al menos en sociedades como la nuestra. Si pensáis en cómo eran las comunicaciones interpersonales ahora hace 20 años, seguro que estaremos de acuerdo en que han cambiado muchísimo. Hemos pasado, en poco tiempo, de los teléfonos fijos a los mensáfonos (los «buscas»), a los móviles con SMS, a los teléfonos inteligentes con conexión a internet y diferentes aplicaciones de comunicación (Whatsapp, Telegram, correo, videoconferencia, etc.). De los primeros chats y foros a las actuales redes sociales, cada vez más visuales y con más opciones de interactividad, que las mejoras de aparatos y conectividad han hecho posibles.

En la actualidad, lo más habitual es encontrar a gente que se relaciona con estos medios, llegando prácticamente al 100 % entre los jóvenes (podéis ver el estudio por edades del Instituto Nacional de Estadística). Entre otras cuestiones, esto supone, en cuanto a ventajas, una superación de las barreras espaciales y/o temporales (distancias, conectividad siempre), con una conexión casi constante que posibilita compartir en el momento, difundir de manera masiva, etc.

Fuente: «Encuesta sobre equipamiento y uso de tecnologías de la información y comunicación en los hogares». INE Estadísticas de sociedad de la información. Eurostat (https://www.ine.es/ss/Satellite?L=es_ES&c=INESeccion_C&cid=1259925528782&p=1254735110672&pagename=ProductosYServicios%2FPYSLayout)

Llevado al extremo, y en negativo, también puede generar adicciones y, paradójicamente, sentimiento de soledad. En este sentido, puede favorecer frustraciones debido a las expectativas depositadas en estas comunicaciones. Sin embargo, la realidad es que este tipo de comunicación/relación digital parece que ha venido para quedarse. Y no saberse mover con estas herramientas puede ser motivo de exclusión. Esto se da cuando no se saben utilizar y/o no se tiene acceso a las mismas. Nos estamos refiriendo a herramientas como las redes sociales, las diferentes aplicaciones de mensajería instantánea, aplicaciones de videoconferencia, correo electrónico, etc.

A pesar de que una de las claves del éxito de estas herramientas y aplicaciones para la comunicación es su facilidad de uso, nos podemos encontrar con personas que no las saben utilizar y que, por lo tanto, pueden quedar excluidas en diferentes ámbitos de su vida cotidiana. Hay que prestar atención especial a los siguientes colectivos:

  • Gente mayor: saber utilizar estas herramientas les permite, por ejemplo, poder estar en contacto con familiares, especialmente si estos están lejos, y sentirse acompañados y atendidos, sobre todo aquellas personas mayores que viven solas y/o las que tienen alguna dolencia importante (un tipo de sustitutivo de los botones de teleasistencia).
  • Inmigrantes: seguir en contacto con familiares y amigos, así como con la comunidad de procedencia, evitando el desarraigo, dejar constancia de su recorrido vital.
  • Personas que por diferentes motivos lo están pasando mal debido a diferentes situaciones (ya sea por motivos de enfermedad, luto, etc.). Internet permite conocer comunidades de personas que puedan estar en la misma situación, facilitando establecer contacto y evitar el aislamiento, un hecho que puede evitar la posible exclusión social de estas personas. Algunos ejemplos son grupos de ayuda, de aficiones, gente de la misma zona, etc.