1. Perspectivas de la sociedad de la información

1.2. Sociedad de la información y digitalización

La confluencia de la tercera y la cuarta revolución industrial tienen un elemento importante en común y que gira en torno a la digitalización.

Hemos hablado de la cuarta revolución industrial, así como de la irrupción de las TIC en la sociedad. Sin embargo, ¿qué rasgos caracterizan a la sociedad de la información? En este punto, tenemos que referirnos a la clásica definición de la sociedad de la información, por parte del sociólogo Manuel Castells:

«[…] forma específica de organización social en la cual la generación, el procesamiento y la transmisión de información se convierten en las fuentes fundamentales de producción y poder.»

M. Castells (2003). «L’era de la informació». La societat xarxa (vol. VI, pág. 54). Barcelona: EdiUOC.

¿Qué queremos decir con el hecho de que la información y el conocimiento son parte del motor económico de la sociedad? Pues que parte de la generación de riqueza no está tanto en el capital físico para la producción de bienes, sino en el conocimiento y la capacitación de las personas que están en el mercado de trabajo. Esto quiere decir que la información y el conocimiento son una importante fuente productiva en nuestra sociedad. Por eso, en este contexto, es muy importante profundizar en cómo las personas acceden a la información y la convierten en conocimiento. En este sentido, la forma de acceder y trabajar con la información se basa, principalmente, en el uso y aprovechamiento de herramientas y plataformas digitales. Pero no solo esto: la digitalización ha generado también cambios en la forma en que las personas nos comunicamos y nos relacionamos. Pensemos, por un momento, en la presencia de los teléfonos móviles o de las redes sociales de internet en nuestras vidas.

Vemos pues, que la sociedad de la Información y los avances de la cuarta revolución industrial configuran una serie de escenarios, muchos de ellos ya bastante asentados, que impactan en varias esferas de la vida de las personas y que, por lo tanto, hay que tener en cuenta a la hora de planificar acciones formativas. De entre todos los cambios, nos interesa destacar algunos que nos parecen especialmente importantes en el contexto de nuestra asignatura:

  • Nuevas formas de organizar el trabajo y la empleabilidad: trabajos que requieren el uso de TIC como habilidades básicas, trabajos más flexibles (personas que gracias a internet pueden trabajar desde casa, accediendo a toda la información de la empresa), formas de trabajo en las que se requiere más autonomía, más responsabilidad, etc., o el trabajo en red, en el que se interconectan diferentes actores e instituciones.
  • El acceso a internet cada vez será más presente a partir de las tecnologías móviles. La GSMA (2017) estimaba que en el 2020 más de un 60 % de la población mundial accedería a internet mediante dispositivos móviles.
  • Aumento de la conectividad 4G y 5G.
  • Presencia cada vez mayor de servicios institucionales (salud, gobierno, educación) a partir de plataformas en línea.
  • Comercio y banca electrónica.
  • Gobierno electrónico y formas de participación ciudadana y social a partir de las redes sociales y la creación de contenidos digitales.
  • El internet de las cosas (Internet of Things, IoT).
  • Importancia del big data y la analítica de datos.
  • Maneras diferentes de acceder a la educación. En este sentido, la presencia de opciones formativas a distancia empleando las TIC es cada vez más frecuente. En el apartado sobre capacitación digital, entraremos en más detalle en los aspectos educativos vinculados al TIC.

En los dos apartados siguientes, ponemos ejemplos de transformación de dos escenarios concretos, como por ejemplo el mundo del trabajo o las relaciones personales.